Te busco en la noche,
te encuentro entre sueños. Te advierto que traigo desnudos el alma y el cuerpo.
Anclada en tus manos me gasto en tus besos. No hay nada,
ni el aire más puro se cuela tan dentro.
Le vamos robando trocitos al tiempo y así comprendemos lo mucho que vale un momento. Sentada en el aire colgados del viento miramos el mundo que es distinto si tu no estas dentro.
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